Por lo visto no nos queremos enterar, no es un problema de Izda. O derechas, sino de regímenes políticos. He tenido oportunidad de compartir experiencias y conversaciones con encarcelados políticos de la Ex-Yugoslavia, con presos políticos en la Dictadura Argentina y con perseguidos políticos de Corea y con chinos. Todos sienten lo mismo. Asfixia política. Quizás por que se hace necesario cambios, como en el baile siempre no se puede bailar el mismo vals.
Hace Falta listas abiertas y límites de mandatos, que propicien cambios o fijezas pero una política más personal, menos de partidos y más de personas, menos ideológica y más de valores y verdades, de coherencia que supere las estrategias políticas de las ideologías y de los partidos. Políticas que trabajen por el bien común, el interés general, la gente quiere sentir que son dueñas de su destino, que participan sin miedos a ser perseguidas, por pensar diferente. La gente quiere participar y contribuir decididamente a construir comunitariamente su futuro. Hay que inventarse de nuevo y por lo visto no nos queremos enterar que Salvadores no hay y menos en política. O Jugamos todos o no juega nadie y nadie es Feliz
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