Cuando deja de cumplir su función de
armonizar la vida de la comunidad, cuando sale de su espacio parlamentario, del
lugar del dialogo y del acuerdo, cuando no sabe resolver los problemas sin violencia,
sea esta física, judicial, verbal. En ese momento la política deja de ser política
y pierde su razón de ser y de existir.
El daño que puede y llega a provocar estos actos supera generaciones y enfrenta
a la gente, anula la alta dignidad de la política y la convierte en un barrizal.
Es muy difícil opinar sin conocer a fondo las cosas y se termina muriendo como
matas