lunes, 1 de junio de 2015

CUANDO LA POLÍTICA PIERDE SU NOMBRE

Cuando deja de cumplir su función de armonizar la vida de la comunidad, cuando sale de su espacio parlamentario, del lugar del dialogo y del acuerdo, cuando no sabe resolver los problemas sin violencia, sea esta física, judicial, verbal. En ese momento la política deja de ser política  y pierde su razón de ser y de existir. El daño que puede y llega a provocar estos actos supera generaciones y enfrenta a la gente, anula la alta dignidad de la política y la convierte en un barrizal. 
Es muy difícil opinar sin conocer a fondo las cosas y se termina muriendo como matas