Tenemos un sistema
educativo que es un fracaso. Cuando salen los resultados de PISA los grandes
titulares de la Prensa son: “España tiene una gran igualdad en los resultados
de PISA”. Sí, todos son igual de malos.
En PISA básicamente lo
que se hace es un examen estandarizado a niños del mundo entero. Se ve lo bien
que lo hacen en matemáticas y en lengua (comprensión escrita y lectora). Voy a
centrarme en matemáticas, pues los distintos idiomas tienen distintas características;
es muy distinto hablar chino que hablar castellano, unos con alfabetos, otros
con caracteres.
Vamos a coger Madrid y
Shanghai, son ciudades comparables (Shanghai, capital económica del país, una
ciudad rica, de clase media-alta, la gente no se muere de hambre, urbanizada,
con educación de los padres). Resulta que el 26,6% de los estudiantes de
Shanghai llegan al nivel 6 (digamos que un sobresaliente) en matemáticas. En
Madrid sólo llega a ese nivel el 1,9%. Por cada niño que en Madrid saca un sobresaliente,
en Shanghai hay trece niños que lo sacan.
Si queremos vivir en
una economía del conocimiento de alta tecnología, harán falta niños muy buenos
en matemáticas, gente que sabe programar y es buena en métodos cuantitativos,
etc. Por cada potencial nuevo Bill Gates que tenemos en Madrid, en Shanghai
tienen trece. De esto no parece que salga la gente a protestar. La tasa de
abandono escolar en España sólo está superada por Turquía y por Malta; Portugal
y Grecia tienen mejores resultados académicos que nosotros y, esto sí que rompe
el corazón, no tenemos ninguna universidad entre las 200 primeras del ranking
de Shanghai. Ni una sola. Esto no puede ser así. Uno no puede tener un país en
la frontera tecnológica y económica mundial sin producir grandes estudiantes,
sin producir grandes profesionales. Imaginemos que cambio esta línea número
tres y digo: “sin ningún equipo de futbol entre los 200 primeros del mundo”.
¡Tenemos una revolución mañana en las calles! Ríanse ustedes de la
manifestación en Barcelona: entrarían en
la Federación Española, encarcelarían a Villar y habría 200.000 personas yendo
a La Moncloa a quemarlo todo. Y al final del día que más nos da que tengamos o
no buenos equipos de futbol. Las universidades son claves para nuestro futuro.
Vayan ustedes alrededor de MIT o de Harvard y miren la cantidad de empresas que
se han creado; vayan ustedes alrededor de Stanford y miren ustedes la cantidad
de empresas que se han creado. Todos ustedes van a utilizar hoy Google. ¿Por qué
existe Google? Google existe porque Stanford tiene el mayor departamento de
informática del mundo y dos estudiantes de doctorado aprendieron mucho y
dijeron: “¡Ah!, ¿y si hacemos un buscador mejor que esos que no funcionan nada
bien? … y tienen una empresa gigantesca. Es lo que necesita España.
Una cosa que ha quedado
clara es que los españoles no somos más
tontos que los americanos, ni que los israelíes, ni que los argentinos, ni que
los alemanes. Somos igual de listos. Lo que ocurre es que en España no damos
una oportunidad al crecimiento de la gente y no les damos la formación
adecuada. Y el problema de nuevo es que todos los cambios que hacemos en
nuestro sistema educativo son cosméticos. ¿Cuál es la primera medida del
Gobierno cuando llega al poder? Es que en vez de llamarse la asignatura
“Educación para la ciudadanía”, se va a llamar “Educación cívica”.
Efectivamente, eso es
lo que necesitamos: como nuestros chavales no saben matemáticas, vamos a
cambiar el nombre a una asignatura chorra por otro nombre todavía más chorra.