Las personas son como los libros, o como las cajas de regalos, no puedes juzgar por apariencias, hasta que no lees el libro no sabes cómo es, hasta que no abres la caja de regalos no sabes lo que contiene. Sus actos, en la mayoría de los casos responden a unas circunstancias, conforme a un tiempo, que solo tiene lógica una vez oyes sus razones. Las personas son siempre nuevas, mejor no conocerlas nunca y descubrirlas cada día nuevas. Son hermosas, sorprendentes. Aunque seamos ciegos y sordos en el mayor número de ocasiones.
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