Permitimos tantas cosas, dejamos que sucedieran tantas cosas y miramos para otro lado que hoy cabe recordar aquel pensamiento que nos decía, vinieron a buscar judíos y como yo no era judío no dije nada, vinieron a buscar comunistas y como yo no era comunista no dije nada, vinieron a buscarme a mí pero como ya no había nadie, no pude ni gritar, nadie me podía oír.
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