La belleza
del encuentro entre persona de distintos modos de pensar y de creer, no esta en
negar lo que uno es, si no en donar como eres, como piensas de verdad.
No se puede
cambiar tu fe, tampoco tus convicciones e ideas, se puede compartir y aprender
unos de los otros, pero no negar nuestra identidad.
No te puedo
querer distinto, te quiero como eres.
En un tiempo
en el que buscamos acomodo con las personas de otras creencias y cultura y pensamos
en retirar nuestros símbolos de cultura cristiana, o modificar los hábitos de
nuestra cultura, puede ser un error grave que empobrece la convivencia.
Tenemos que
aprender a vivir juntos siendo diferentes, aprender unos de los otros.
Respetarnos aceptar la diferencia y no imponer, sobre todo las minorías están mas
obligadas a ser respetadas y a no imponer sus puntos de vistas y costumbres a
la mayoría, sin renunciar a su propia identidad.
Garantizar que puedan vivir en
paz y conforme a su fe, creencias, pero nunca islas
Eso que dices es lo justo pero no se cumple
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