Huye de él,
porque es un espacio traidor que anestesia la vida, comer sin hambre, vivir sin
trabajar, esperar que me den y me resuelvan las cosas, hace de la vida un
triste lugar.
Recuerda que,
para ser feliz, siempre un poquito menos de lo que necesitas. A la comida no
hay mejor aderezo que el hambre, ¡qué bien sabe lo que comemos con hambre ¡
¡Qué bien
nos cae unas vacaciones merecidas ¡
Que de
acuerdo estamos con un premio merecido, fruto del esfuerzo y del trabajo, de la
constancia y la superación
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