No podemos defender la dignidad de
las personas, la libertad de ellas, si la hacemos dependientes de un trabajo,
de una ayuda pública más allá de lo
indispensable.
Si no nos educamos en primera persona
en ser respetuosos unos con otros pagando por los servicios que recibimos.
Pagando justamente lo que cuestan las
cosas
Cuanto antes mejor y a ser ejemplares
en prestarnos servicios de calidad, unos
a otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario