No deja de ser para pensar que el
fisco se apodere de la mitad de los ingresos de tu trabajo. ¿No sería mejor que las manos del estado estén más
lejos de nuestros bolsillos? Que nos dirijan
menos, en lo moral, en lo ideológico, en lo económico ¿Quién es el estado para decirme lo que tengo
que hacer, pensar o saber, para decidir a quién o a que quiero yo apoyar?
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