Ríete de ti mismo, ríete
de tus defectos, y nunca descalifiques a los demás, sean estos, no nacidos, niños,
jóvenes o viejos, hombres o mujeres, sean de la raza que sean , de la condición
social o económica que sean , con deficiencias físicas o no , de la tendencia
sexual que sean , del credo que tengan , de la opinión que tengan. La dignidad
de las personas es un bien sagrado, para decir tus verdades, no es necesario ofender a nadie,
asegúrate que lo que vas a decir es cierto o merece la pena decirlo, si va a
contribuir a algo bueno, si es necesario decirlo o es verdad lo que dices.
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