domingo, 18 de septiembre de 2011

¿PUEDE UN INTELECTUAL DE OCCIDENTE IGNORAR LA CULTURA CATÓLICA?

Por monseñor Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos

Reflexión que el histórico socialista francés y diputado del Partido Obrero, Jean Jaurés, hacía a un hijo suyo que le había pedido un justificante que le eximiera de cursar la religión, aduciendo que no tenía convicciones religiosas. “Este justificante -le decía- no te lo enviaré jamás”. Y justificaba así su negativa: “Dejemos a un lado la política y las discusiones y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender la historia y la civilización de los griegos y de los romanos, y ¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el arte, ¿qué serían para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen? En las letras, ¿puedes dejar de conocer no sólo a Bussuet, Fenelón, Lacordaire, De Maestre, Veuillot y tantos otros, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra, a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones?”
Concluía: “Hay que confesarlo: la religión está tan íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización; y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras”.
Estamos en un país donde no sólo tenemos grandes catedrales que son conocidas en todo el mundo, sino que posee edificios emblemáticos una lista interminable ¿Cómo saber leer estas obras y lo que en ellas se contiene en materia de pintura, escultura, orfebrería, tapicería, etcétera sin conocer a fondo las ideas religiosas que les dieron vida? ¿Cómo se puede leer El Quijote, las obras de Santa Teresa y san Juan de la Cruz, o los Autos sacramentales de Calderón o de Tirso de Molina desconociendo la religión católica?
La Europa moderna es impensable e incomprensible sin el conocimiento de lo que en ella supusieron personajes tan decisivos como Robert Schuman, K. Adenauer y De Gasperi, o la influencia de la Iglesia Católica en la protección de judíos durante la Segunda Guerra Mundial y en la reciente caída del Muro de Berlín.
Comprendo que haya personas, intelectuales o no, que no compartan la fe que profesamos los católicos. Pero me parece que nadie debe impedir que nuestros escolares reciban una instrucción y educación completas, las cuales no serían tales sin un estudio serio de la religión católica

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