El mayor de los males de nuestro tiempo, la sede de la hipocresía, todo depende, de que depende. El relativismo se convierte pronto en dictadura, no sabemos a qué atenernos, todo es políticamente correcto. Es quedar bien con todo sin saber a qué atenerte. Cuando las personas van claras, son blancas o negras, a partir de ahí sabemos las reglas del juego. Nace el respeto por el otro, sabemos a lo que atenernos, en lo que estamos de acuerdo y en lo que no. Sabemos en lo que podemos trabajar y hacer juntos y lo que no. Hay un espacio garantizado para todos y un respeto para el que es o piensa diferente.
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