Deseamos ante todo reiterar
que toda persona, independientemente de su tendencia
sexual, ha de ser respetada en su dignidad y
acogida con respeto, procurando evitar « todo signo
de discriminación injusta », y particularmente
cualquier forma de agresión y violencia. Por lo que
se refiere a las familias, se trata por su parte de
asegurar un respetuoso acompañamiento, con el
fin de que aquellos que manifiestan una tendencia
homosexual puedan contar con la ayuda necesaria
para comprender y realizar plenamente la voluntad
de Dios en su vida.
Papa Francisco
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