Cuando se gestiona la vida de los demás, no es bueno tomar decisiones desde la improvisación, desde el desconocimiento, es grave la responsabilidad de aquel o aquella que teniendo la encomienda de velar por el bien común, entienda como inhibirse no hacer antes de nada , auditoria de lo que recibe , poner en orden lo prioritario de lo urgente , defender antes a las personas que a las cosas y cuando tomas decisiones que estas sean siempre por el bien común, de tal modo que tan mal tomada esta una decisión por lastima , como por desidia , no tratar nunca los asuntos de interés público con sentimientos de pena , o de falsa protección , tomar decisiones de justicia aunque están sean duras , pues quien busca la justicia no tiene dobleces y está seguro de que de sus acciones nacerá lo añadido en lo bueno.
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